martes, 30 de septiembre de 2025

ESPIRITU AMURALLADO

 Hoy amanecí muy nostálgica, ver fotos me trae recuerdos y llena mi corazón de un sentimiento que ya a mi edad difícilmente se transforma en un empuje que antes me hacía sentir que lo podía todo por que mi cuerpo se siente cada día más cansado, pero no pierdo la fe ni la esperanza.

Hace unos días volvieron las crisis de ansiedad como consecuencia de todo el estrés y agotamiento que he vivido, lo económico obvio sigue siendo una preocupación y decidí volver a las letras, por eso me ven más activa en mis publicaciones y me animé a reactivar mi blog.  

Años atrás aun viviendo en Campeche aparecieron por primera vez los síntomas de la ansiedad y mi reumatólogo me explicó que era otro regalo del Lupus y me recetó ansiolíticos. Recuerdo que con receta en mano decidí que saldría a montar bicicleta.  En ese momento no poseía los conocimientos que ahora tengo. Desde el enfoque existencial la ansiedad es provocada inconscientemente por un conflicto moral que nos lleva a una sensación de sentirse atrapado, de hecho he publicado un video al respecto y tengo una conferencia muy hermosa que se llama El Castigo de Prometeo, en donde explico todo esto con mayor detalle.

Si hay algo que extraño de mi bello Campeche es su malecón, esas rodadas mañaneras a las 4.30 de la mañana me salvaron y me sacaron de una etapa en donde las cosas se empezaban a poner difíciles, cuando llegué a Mérida, no les miento, me desesperaba un poco ver pavimento por todas partes, el mar me daba una sensación de infinito y libertad.

Aquí en Mérida nunca he montado bicicleta, la traje pero yace arrumbada en un rincón, en la ciudad no me atrevo, me da miedo, hay muchos accidentes y lo hacía en las madrugadas por que no me puede dar el sol.  

En estos recuerdos y después de mi publicación en un post de una foto de mi columna que tuve en un diario local en campeche, me acordé de un artículo que escribí en el 2007 y que se publicó en el diario de Yucatán y aquí se los comparto.  

Es curioso lo que ahora se sobre la ansiedad, y en esos momentos cuando escribí el articulo no había yo padecido ningún síntoma, pero era lo que sentía, sentada en aquel escritorio en la institución donde les conté que todo empezó y las letras me liberaron, era una forma de alzar mi voz pero también de liberar mi espíritu.

Les comparto el artículo, y también el link de mi nuevo blog, en donde podrán encontrar algunos artículos y estaré republicando algunos de mis antiguos escritos que espero los disfruten.

La última vez que fui a Campeche, confieso que me dió mucha tristeza ver la situación y el abandono en el que está, pero eso ya lo platicaré en otro escrito, se que esto de sentir el espíritu amurallado es un sentimiento que muchos en el mundo actualmente compartimos, también les dejo unas fotos de mis rodadas y de los hermosos amaneceres que viví en mi bello puerto amurallado.

"EL PRESENTE EN CAMPECHE ES TENER UN ESPIRITU AMURALLADO"

Por Mariluz Barrera González

Recientemente leí un artículo en el que se hablaba de los campechanos como ciudadanos que nunca se quejan ni dicen nada y mucho menos exigen ser respetados.  Cabe aclarar que es un mal de los mexicanos en general y no de los campechanos en particular.

Sin embargo, en un estado en el que las oportunidades de empleo y crecimiento profesional son limitadas y como consecuencia el 70% de la población - sino es que más- vive de la burocracia con un sueldo que depende del gobierno ¿quién se atreve a hablar? Campeche es un estado con muchos recursos para crecer pero no ha sido suficiente, ya que el recurso verdaderamente importante de un lugar son las personas que viven en él, los valores y las actitudes que tienen ante la vida, así como sus expectativas de crecimiento personal, sus anhelos, sueños y proyectos que en conjunto hacen que cualquier ciudad, estado o nación crezca sin detenerse.

En los ciudadanos es un sentimiento generalizado que las oportunidades y la posibilidad de crecimiento no existen, por lo que el futuro se vuelve incierto y los sueños se desvanecen al enfrentar la realidad.  Sólo son tres las opciones: el magisterio, la política o la burocracia.  Conviene ser maestro sacrificando la vocación para heredar la plaza de tus padres.  Para convertirte en político o trabajar en el gobierno debes tener muy buenas relaciones o acceder a los intereses de tus superiores, y es entonces que poseer el perfil de los estudios y la capacidad no serán prioritarios para obtener un buen empleo.

El panorama no es prometedor y quizás esta situación sea una de las grandes causas de los altos índices de depresión y suicidio en la entidad, crecer sin sueños, deseos ni intereses o, peor, tenerlos y verte en la necesidad de reprimirlos.

Bien dicen que la mayor dificultad no está en las circunstancias sino en el pensamiento y muy probablemente la muralla de mayor impacto en Campeche no es la del recinto histórico que resguarda sus más grandes tesoros, sino la que se levantó en nuestro espíritu, limitándolo y envolviéndolo con el fantasma de la desilusión. 

El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.  No olvidemos que el primer deber del hombre es desarrollar todo lo que posee, todo lo que se pueda convertir en el mismo.

Los campechanos somos gente valiosa, capaz de convertirse en seres triunfadores y no en la sencilla definición que da el diccionario con la que en son de broma, describe en diversos lugares a alguien franco y dispuesto para cualquier broma o diversión.

Debemos cambiar nuestro presente, base del futuro de nuestros hijos, pues ellos merecen uno con esperanzas, donde puedan tener un sueño, con la seguridad de que podrán hacer hasta lo imposible para alcanzarlo - San Francisco de Campeche.. Campeche. (Publicado en el Diario de Yucatán, Enero 2007)















ESPIRITU AMURALLADO

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